Beneficios de un invernadero
Los principales beneficios de un invernadero agrícola son el aumento de la producción, el ahorro de costes a corto y largo plazo, el control de la temperatura y la humedad, el potencial de automatización y la personalización del diseño. En comparación con las salas de cultivo en interiores o el cultivo al aire libre, los invernaderos ofrecen un enfoque más sostenible y eficiente para el cultivo de plantas.
Con los materiales y el diseño adecuados, los cultivadores pueden obtener un control total sobre sus cultivos.invernadero agrícolaambiente durante todo el año. También pueden adaptar la estructura a sus necesidades exactas en función de diferentes factores. Esto incluye la ubicación de su operación, la escala en la que cultivan y los tipos de plantas que producen, desde vegetales orgánicos hasta plantas exóticas.
La capacidad de producir cosechas más frecuentes y de alta calidad sin interrupciones es uno de los beneficios más importantes de un invernadero. Además de ciclos de crecimiento más rápidos, las operaciones pueden continuar produciendo durante todo el año, independientemente de las condiciones climáticas en el exterior. Esta temporada de crecimiento más larga permite que las operaciones de invernadero maximicen su producción a lo largo del tiempo, especialmente en comparación con sus contrapartes al aire libre.
El revestimiento también es un factor clave para aumentar la producción en un invernadero. Las instalaciones interiores suelen estar instaladas en almacenes, lo que proporciona beneficios limitados, mientras que los campos al aire libre están totalmente expuestos a la luz solar directa y al clima desfavorable. Con el revestimiento adecuado,invernadero agrícolaLos productores pueden proporcionar a los cultivos un nivel óptimo de transmisión y difusión de la luz, bloqueando los dañinos rayos UV y promoviendo un crecimiento superior de las plantas.
Además, los invernaderos facilitan la mejora de la vida de las plantas y la eliminación de problemas comunes, como plagas y enfermedades. Con un plan adecuado de manejo integrado de plagas, se dañarán menos plantas y los productores podrán comercializar cosechas más valiosas.
Cuando los productores analizan los beneficios de los invernaderos agrícolas, los posibles ahorros de costos son innegables. Estos ahorros se generan en gran medida por una reducción drástica del uso de energía, lo que se traduce en menores costos mensuales de servicios públicos.
Una de las ventajas de los invernaderos, que los hace inherentemente más eficientes energéticamente que las instalaciones interiores, es la necesidad significativamente menor de iluminación. Los invernaderos agrícolas utilizan la luz natural del sol para proporcionar a los cultivos una iluminación suficiente durante todo el día.
Si es necesario, los productores pueden seguir empleando pequeñas cantidades de iluminación artificial, como LED de bajo consumo. Esto les permite optimizar el crecimiento de las plantas, especialmente en invierno, cuando hay menos horas de luz solar disponibles.
Dependiendo de la región, las explotaciones también pueden instalar invernaderos agrícolas con suficiente ventilación pasiva. La ventilación pasiva proporciona una valiosa circulación del aire que mejora la salud de las plantas sin utilizar grandes cantidades de energía.
Los costos de energía también se pueden reducir a través de otros sistemas, como sistemas de riego eficientes o cortinas energéticas. Las cortinas energéticas son una herramienta valiosa para atrapar el calor dentro de un invernadero durante el invierno, manteniendo el interior más cálido durante la noche y mitigando los requisitos de calefacción.
El control de la temperatura y la humedad son ventajas esenciales de un invernadero y desempeñan un papel fundamental en el entorno de cultivo. Con un invernadero, las operaciones pueden lograr el mismo nivel de control de temperatura al que están acostumbrados los productores de interior.
Para combatir las altas temperaturas y las condiciones de humedad, muchos invernaderos cuentan con techos con picos naturalmente altos y respiraderos que permiten que escape el calor y la humedad. Esta es una forma de ventilación pasiva, que se puede combinar con sistemas de ventilación activa para lograr una refrigeración suficiente y eliminar la humedad de un invernadero. La combinación de ambos ofrece a los productores una forma eficaz de abordar los problemas de temperatura y humedad.
Los productores en climas más cálidos también pueden utilizar el enfriamiento por evaporación para controlar el calor dentro de su estructura. Este método de enfriamiento ofrece una forma poderosa y energéticamente eficiente de reducir las temperaturas del invernadero, incluso en espacios de cultivo más grandes.
En las regiones más frías, un calentador de tamaño adecuado y de bajo consumo ayudará a mantener temperaturas uniformes y rendimientos constantes. Para obtener más información sobre cómo dimensionar correctamente un sistema de calefacción de invernadero para un control óptimo de la temperatura, lea este blog anterior.
Con el avance de la tecnología actual, uno de los mayores beneficios de un invernadero es la posibilidad de incorporar sistemas automatizados. La automatización permite a los productores limitar el desperdicio de energía y la mano de obra necesaria para el funcionamiento de su invernadero, al tiempo que mejora la calidad de los cultivos.
Desde el sistema de riego hasta el de ventilación, prácticamente todas las funciones de un invernadero se pueden automatizar y optimizar. Lo mejor de todo es que los productores pueden utilizar controladores de invernadero para sincronizar sus equipos de control ambiental. Esto les permite gestionar toda la operación desde una única interfaz, lo que reduce drásticamente los requisitos de mano de obra.