En la agricultura moderna de invernadero, el riego es fundamental. Un suministro adecuado de agua es crucial para el crecimiento sano y la alta producción de los cultivos. El agua no solo es una materia prima clave para la fotosíntesis, sino que también contribuye al transporte de nutrientes dentro de las plantas. Además, desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la presión de turgencia de las células vegetales, esencial para las funciones fisiológicas normales de los cultivos.
Entre los diversos métodos de riego, el riego por goteo y el riego por aspersión son dos técnicas comunes. El riego por goteo suministra agua directamente a la zona radicular de las plantas de forma lenta y controlada, mientras que el riego por aspersión rocía agua sobre los cultivos y la superficie del suelo, de forma similar a la lluvia natural. Si bien ambos están diseñados para satisfacer las necesidades hídricas de los cultivos de invernadero, presentan diferencias significativas en cuanto a sus principios de funcionamiento, la eficiencia en el uso del agua, el costo de los equipos, el impacto en las condiciones del suelo y los tipos de cultivo adecuados. Este artículo busca explorar y comparar estas diferencias en detalle, brindando información valiosa sobre el riego por goteo a agricultores y profesionales de invernaderos a la hora de elegir el método de riego más adecuado para sus necesidades específicas.

Riego por goteo
El riego por goteo, también conocido como riego por goteo, es un método que utiliza un sistema de tuberías y equipos especializados para suministrar agua a baja presión a la zona radicular de los cultivos de forma lenta y constante. El principio básico es el siguiente: una fuente de agua, como un pozo, un depósito o un tanque, proporciona el suministro inicial. Esta agua pasa a través de un centro de control, que suele incluir una bomba de agua para proporcionar la presión necesaria, un dispositivo de filtración para eliminar impurezas (ya que incluso las partículas más pequeñas pueden obstruir el sistema), un regulador de presión para asegurar una presión de agua estable y un dispositivo de inyección para añadir fertilizantes u otros aditivos.
El agua tratada se distribuye entonces a través de una red de tuberías principales y secundarias a los campos. La parte final del sistema es el emisor, o cabezal de goteo, que es el componente clave. Estos son pequeños dispositivos, a menudo hechos de plástico, que se espacian a lo largo de las tuberías de pequeño diámetro (usualmente llamadas líneas de goteo o líneas laterales). Los emisores liberan agua en forma de pequeñas gotas, típicamente a un ritmo de 2 a 12 litros por hora. A medida que el agua gotea, se infiltra lentamente en el suelo alrededor de las raíces de las plantas. Por ejemplo, en un invernadero de tomates, un sistema de riego por goteo podría tener emisores colocados cada 30 a 50 centímetros a lo largo de las líneas de goteo, asegurando que cada planta de tomate reciba una cantidad constante y apropiada de agua directamente en su área radicular. De esta manera, el agua se suministra precisamente donde las plantas la necesitan, minimizando la pérdida de agua debido a la evaporación y la escorrentía.

Riego por aspersión
El riego por aspersión, por otro lado, es un método que imita la lluvia natural. Utiliza una bomba para aumentar la presión del agua de una fuente. El agua presurizada se transporta a través de una red de tuberías hasta los aspersores, que son los componentes principales de este sistema.
Los aspersores están diseñados para pulverizar agua en el aire, descomponiéndola en pequeñas gotas que caen sobre los cultivos y la superficie del suelo. Existen diferentes tipos de aspersores, como los de aspersión fija, los rotativos y los de impacto. Los aspersores de aspersión fija son adecuados para aplicaciones a pequeña escala y baja presión, rociando agua con un patrón fijo sobre un área relativamente pequeña. Los aspersores rotativos, como su nombre indica, giran para distribuir el agua en un patrón circular o semicircular sobre un área más grande. Los aspersores de impacto utilizan un mecanismo de impacto mecánico para crear una pulverización más potente, que se utiliza a menudo para el riego a gran escala en campos abiertos.
Por ejemplo, en un invernadero de flores a gran escala, se podría instalar un sistema de aspersores rotativos. Los aspersores se colocan a intervalos regulares a lo largo de las tuberías superiores. Cuando el sistema está en funcionamiento, los aspersores giran, rociando agua en un amplio arco que cubre una superficie considerable del invernadero. Las gotas caen sobre los macizos de flores, humedeciendo tanto las plantas como el suelo, lo que proporciona una distribución más uniforme del agua en una superficie mayor que el riego por goteo.

En comparación, el riego por aspersión rocía agua sobre los cultivos y la superficie del suelo en forma de finas gotas o niebla a través de aspersores. Su ventaja radica en la posibilidad de cubrir una amplia superficie de riego en poco tiempo y mejorar la eficiencia del riego. El riego por aspersión no solo proporciona agua a los cultivos, sino que también puede aumentar la humedad del aire en cierta medida, mejorando el microclima en los invernaderos. Sin embargo, debido al mayor tamaño de las gotas de agua en el riego por aspersión, se produce una mayor pérdida de agua por evaporación y deriva en el aire, y la eficiencia de utilización del agua suele ser menor que la del riego por goteo. En cuanto al coste del equipo, los sistemas de riego por goteo son relativamente más complejos, requiriendo la instalación de goteros, tuberías, filtros y otros equipos, con una mayor inversión inicial. No obstante, debido a su importante efecto de ahorro de agua, el coste operativo a largo plazo puede ser relativamente menor. En cambio, el equipo de los sistemas de riego por aspersión es relativamente sencillo y su coste es menor, pero puede incrementar el consumo de recursos hídricos y los costes de mantenimiento posteriores.
En términos de cultivos aplicables, el riego por goteo es adecuado para diversos cultivos económicos y aquellos que demandan más agua, como las fresas y los arándanos. Mientras que el riego por aspersión es más adecuado para hortalizas de hoja y cultivos que requieren mayor humedad del aire, como pepinos y tomates. En cuanto a las condiciones del suelo, el riego por goteo, con el agua actuando directamente sobre las raíces, tiene un menor impacto en la estructura del suelo y es menos probable que cause compactación y salinización del suelo. Sin embargo, si el volumen de agua es demasiado grande o el riego es desigual, puede conducir a la compactación de la superficie del suelo, afectando la aireación del suelo y la infiltración de agua. En conclusión, tanto el riego por goteo como el riego por aspersión tienen sus propias ventajas y desventajas. En la aplicación real de invernaderos y túneles de polietileno, considerando factores como los tipos de cultivo, las condiciones del suelo, el estado de los recursos hídricos y los costos económicos de manera integral, se debe seleccionar el método de riego apropiado para lograr una producción agrícola eficiente, que ahorre agua y sea sostenible.