¿A qué puntos debemos prestar atención en el manejo del periodo de crianza del tomate?
En el proceso de manejo de la plantación de tomates, el manejo de la etapa de crecimiento del fruto es particularmente crucial. En esta etapa, cómo controlar con precisión los elementos de crecimiento en el invernadero de tomates se ha convertido en un paso decisivo para mejorar el rendimiento y la calidad. Desde el control de la temperatura hasta el manejo del agua y los fertilizantes y el control de plagas, cada eslabón debe gestionarse cuidadosamente.
1. Control de temperatura
Se debe prestar atención al manejo de la temperatura durante el período de crecimiento del tomate. La temperatura en el invernadero de tomates debe mantenerse entre 28 y 30 ° C durante el día y entre 14 y 15 ° C durante la noche. Sin embargo, esta temperatura no es estática y debe ajustarse adecuadamente según el crecimiento de los tomates. Por ejemplo, si el tomate crece vigorosamente, la temperatura nocturna se puede bajar adecuadamente para evitar un crecimiento excesivo. Por el contrario, si el crecimiento es débil, se debe aumentar adecuadamente la temperatura nocturna para favorecer el crecimiento.
2. Gestión del agua y los fertilizantes
La gestión del agua y los fertilizantes es otro punto clave. Durante el período de crecida, se debe asegurar el suministro de agua y fertilizantes de manera uniforme para evitar excesos o insuficiencias. El riego y la fertilización intensos y repentinos después de una larga sequía pueden provocar que los frutos se agrieten. Además, en términos de fertilización, se debe prestar atención al uso de fertilizantes nutritivos orgánicos, como ácido algínico, proteína de pescado y quitina. En los invernaderos de tomates que se cultivan continuamente durante muchos años, se pueden agregar inoculantes microbianos para inhibir las bacterias dañinas y prevenir la muerte de las plantas. Al aplicar una gran cantidad de fertilizante elemental, también se debe basar en el crecimiento de la planta, especialmente para las plantas que han sido desmochadas, es necesario aumentar la cantidad de fertilizante de potasio y agregar fertilizante de calcio y fertilizante de bórax para promover la rápida expansión y suave transformación del color del fruto.
3. Prevenir enfermedades con antelación
A medida que aumentan las temperaturas, la prevención de enfermedades se vuelve particularmente importante. La instalación de mosquiteros en las ventilaciones y entradas de los invernaderos de tomates puede mantener alejadas a las plagas. También es necesario eliminar a tiempo las malas hierbas alrededor del invernadero de tomates para evitar que se acumulen moscas blancas. En el invernadero se cuelgan trampas amarillas y azules para atrapar pulgones, detectar moscas, moscas blancas y trips para reducir el daño de las plagas a los tomates y la propagación de enfermedades virales.
4. Batido de hojas oportuno y adecuado
Las hojas inferiores deben eliminarse a tiempo para promover la transformación del color del fruto, pero se debe tener precaución para evitar que el batido excesivo de las hojas afecte el desarrollo de los frutos inferiores. Especialmente cuando la primera mazorca aún no ha adquirido color, se debe evitar batir excesivamente. Sin embargo, para avanzar en el mercado, puedes aprovechar algunas hojas más. Para plantas que crecen con demasiado vigor, incluso si el fruto no está completamente expandido, puede ser apropiado batir algunas hojas de la hilera pequeña para favorecer la ventilación y la luz, ayudando así a que el fruto madure.